Un coche le pasa por encima y la criatura sigue viva. Desde luego, hace honor a su ostentoso nombre. El fuerte escarabajo acorazado de California es un insecto formidable. Aves, lagartos y roedores intentan comérselo con frecuencia, pero rara vez lo consiguen.
La supervivencia del escarabajo depende de dos factores clave: su capacidad para hacerse el muerto de manera convincente y un exoesqueleto que es una de las estructuras más duras y resistentes al aplastamiento que se sabe que existen en el mundo biológico. Investigadores de las universidades estadounidenses de Purdue y California Irvine (UCI) revelan los componentes del extraordinario material, y sus planos a nano y microescala, que hacen que el organismo sea tan indestructible, al tiempo que demuestran cómo los ingenieros pueden beneficiarse de estos diseños para construir aviones más resistentes.
«El escarabajo acorazado es terrestre, por lo que no es liviano ni rápido, sino que está construido más como un pequeño tanque. Esa es su adaptación: no puede volar, así que simplemente se queda quieto y deja que su armadura especialmente diseñada reciba el abuso hasta que el depredador se rinde»
David Kisailus, profesor de ciencia e ingeniería de materiales de la UCI
Los investigadores realizaron una serie de experimentos y descubrieron que el diabólico escarabajo acorazado puede soportar una fuerza de aproximadamente 39.000 veces su peso corporal. Un hombre de 90 kilos tendría que soportar el aplastante peso de 4 millones de kilos para igualar esta hazaña.